lunes, 21 de mayo de 2012

Bienvenidos


Sí, quiero que me leas. Y, si tengo éxito, ahora mismo tus ojos están recorriendo estas letras a la velocidad del relámpago.
Quiero que me leas porque me he cansado de escribir para mí. Me conozco o me desconozco demasiado y, por tanto, ya no me sirvo. Cuando voy a crear algo, ya sé lo que me agradará o lo que me dará vergüenza. Algunas veces, incluso quemé mis letras con ojos asesinos.
Ya no quiero leerme yo sola. Aquello tenía sentido cuando usaba la escritura como catarsis. Pero ya estoy más que vacía y no tengo que deshacerme de nada. Antes vomitaba sobre el papel. Ahora, intento construir mundos. Supongo que es más limpio y más digno de ser compartido.

Quiero que me leas y que me conozcas por diez razones:
  1. Porque quiero ser rica y necesito vender mis novelas. No tengo grandes ambiciones: Sólo deseo una casa con piscina y con un vestidor. También con espacio para ponerle a mi hijita una de esas casas de plástico de color rosa que tanto le fascinan. Siendo madre soltera, es lo mínimo que puedo hacer... Darle los caprichos que la convertirán en un monstruito insoportable (y solterona, por ende). Apiádate de mí, lector. No quiero pasar sola la vejez.
  2. Porque es el sueño de cualquiera que pretenda llamarse escritor. No creo en la vida mediante la fama. Si bien es verdad que les vendo siempre la idea a mis alumnos de que Bécquer está en algún modo vivo porque repetimos sus palabras cuando lo leemos, también es cierto que poco le sirve al pobre hombre a estas alturas... La trascendencia no es el único motivo -o no el más importante, en mi nada humilde opinión- que nos lleva a querer ser leídos. La verdadera razón es que todo escritor es un lector gozoso y no deja de ser un evento mágico el estar del otro lado. Saberse hablando desde dentro de un libro es casi místico, sobre todo, cuando llevamos toda la vida adorando a los que nos mostraron el mundo a través de ellos.
  3. Porque todos necesitamos nuestra dosis de egocentrismo. No es que no la tengamos, sino que, a veces, la tenemos que incrementar. Cuando una lleva tiempo sin que su abuela le diga lo bonita que es, a veces se conforma con que le digan lo divinas que pueden ser sus palabras. El mono de autoestima, en ocasiones es peor que el del tabaco (esto último no me lo creo ni yo).
  4. Porque quiero dejar mi pensamiento en la red "Como deja el capitán su espada, famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada".
  5. Porque me gusta decir: "Aquí estamos yo y mi cultura" (véase el punto nº4 en el que cito a Machado), jeje.
  6. Porque PROMETO (y no miento como los políticos), que te va a ENTRETENER mi obra. Quizá no se te salten las lágrimas por la belleza de mis escritos leyéndome -no soy Clarín- pero seguro que no te vas a aburrir - no soy .... (queda feo decirlo).
  7. Porque te vas a DIVERTIR. Cierto es que, como cualquier persona que escribe desde la más tierna infancia, también tengo escritos autocompasivos como para tirarse al tren a lo Ana Karenina, pero no pienso hacer mucho alarde de estos en este blog. Ya que lo que pretendo es dibujarte una sonrisa. He llegado a la conclusión de que pocas cosas merecen tanto la pena en esta vida.
  8. Porque así tendrás el placer de conocerme o desconocerme dentro de mis personajes.
  9. Porque el Destino (o Facebook, Twitter, Google, etc.) te ha traído hasta aquí ¿no crees que es una señal?
  10. Porque si has aguantado esta lista, es que no he sido tan peñazo como para no intentar desentrañar mis letras en más ocasiones.
Ya has dado el primer paso, ¿Damos el segundo?
P.D. Quería poner una imagen de Epi (mi favorito de Barrio Sésamo), pero el muy patán no lee ni la cartilla ¿Qué me pasa a mí con los hombres?



2 comentarios:

  1. De un escritor a una escritora.

    Escribo por que me gusta leer. Un día, una idea, una frase o un pensamiento que reflejas sobre un papel, coge forma, forma vida, y gusta a alguien que pasaba por ahí. Como lo escrito permanece y parte de nosotros con ello, amplias el horizonte de la palabra escrita hasta el infinito, con el único fin de alcanzar la vida eterna, solo me falta saber, si lograse llegar allí, si quiero ser consciente de haberlo conseguido.

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  2. Muchísimas gracias, David, por ser el primer miembro de este blog y el primer comentarista.
    La verdad que tus reflexiones son interesantes. Yo creo que depende de cómo te haya ido en vida: Si has tenido éxito, como Lope, tienes que decir "Encima siguen hablando de mí cuatro siglos después". Si, por el contrario, nos pasa como a J.K. Toole , creo que tiene que dar un poco de rabia...
    Un abrazo

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